martes, 30 de noviembre de 2010

Wikipedia, o el saber popular

A George Walker Bush, expresidente de los Estados Unidos, durante unas horas se le cambio el nombre por George ‘Wanker’ Bush, que significa algo parecido a gilipollas. A Pepe, actualmente jugador del Real Madrid, le acompañó un tiempo la foto de un mono. Este y otros despropósitos similares ocurrieron, y siguen ocurriendo, en Wikipedia.

A pesar de ello, entiendo que es una forma más rápida, sencilla y accesible para la gente de a pie que las prestigiosas enciclopedias digitales como la ‘Britannica’. Pero, ¿y en cuanto al periodismo? ¿Debe constituir la Wikipedia una fuente fiable para los profesionales de la información?

En mi opinión, no es una fuente de información de gran credibilidad, en primer lugar por la naturaleza de Wikipedia. Los artículos de personas anónimas pasan por filtros, pero como en los ejemplos del principio, tardan generalmente unas horas en entrar en acción. E incluso tras ellos, sigue sin ser una fuente exenta de errores.

Acudir a Wikipedia me parece un signo de pereza o de acuciante falta de tiempo por parte de los periodistas, pues sabido es que la información es muy accesible desde esa enciclopedia virtual.

En cualquier caso, no creo que sea una fuente a excluir de la profesión, sino simplemente darle la importancia que se merece. Wikipedia puede ser una gran fuente secundaria, como una más, siempre contrastada con fuentes más fiables.

Existen otras formas más adecuadas de documentación en Internet. Creo que es un imperativo de la profesión aprender a utilizarlas debidamente, para que sea sencillo, inmediato y seguro el acceso a ellas.

Enlace a la efeméride en Wikipedia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Plantilla:Efem%C3%A9rides_-_24_de_julio 

lunes, 22 de noviembre de 2010

La rumorología, casi una ciencia


Rumore, rumore. Ya en la antigua Atenas se recurría a los rumores más inmorales para destronar al líder de turno. Los desafortunados que sufrían de este innoble arte, con suerte sólo eran desterrados al ostracismo.

Hoy en día, en este complejo campo de la rumorología, las nuevas tecnologías permiten transportar los rumores a más personas y a mayor velocidad, además de incrementar su número. Con lo cual, en esta maraña de información sin orden ni límite llamada Internet, la buena praxis del periodista se vuelve aún más difícil.

Por ello, es indispensable desarrollar nuevas armas y fortalecer las debilidades de los profesionales de la información, tarea aún si cabe más afanosa en este nuevo periodismo cada vez más competitivo, en el que la primicia y la inmediatez están por delante de la calidad.

La autocrítica es necesaria. Creo que los periodistas se han relajado en exceso. Se toman por verdaderas noticias apenas sin contrastar, por la tiranía del reloj y la idea de tomar por fidedignas todas las informaciones de fuentes institucionales.

Por otro lado, la irrupción de confidenciales digitales en Internet no es algo nuevo, pero la frontera entre los rumores contrastados y no es cada vez más difusa. Falta claridad a la hora de diferenciar de las noticias basadas en hechos fidedignos de las que son meros rumores.

En la pugna por hacerse con una mayor audiencia, la ética periodística e incluso la legalidad quedan en entredicho muy a menudo. La muga entre derecho a la información y el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen está cada día más cuestionada.

El problema radica en que es aún más difícil controlar los medios digitales, como se explica en ‘elmundo.es’ sobre el “Caso Hesperia”, debido a que se actualizan las 24 horas. Eso, sumado al número de medios de la Red, hacen que controlar el derecho a la información y el derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen sea casi imposible.

Como explica Antonio José Chichetru, los confidenciales en Internet “buscan llegar al mayor público posible y se fundamentan en rumores, más o menos fiables, así como en fuentes personales para dar informaciones que posiblemente no puede aparecer en medios más tradicionales hasta que se hayan contrastado”.

Y es ahí donde veo el mayor peligro. Que el morbo lleve a la gente a preferir este tipo de periodismo al tradicional. Y ese empuje, a la larga, hace que los diarios de siempre se suban al carro de los confidenciales, menoscabando su credibilidad, ¿hasta qué punto? Difícil de saber.

En este mundo de tantos rumores jugosos, competitividad y primacía por la inmediatez, la profesión periodística como tal se tambalea. Supongo que el primer paso para evitar su deterioro debería salir de los propios medios de comunicación, apostando por la calidad. Pero es ciertamente una quimera reservada a las noticias de poca actualidad, o a medios cuyo valor no reside en la inmediatez.



Bibliografía:

-CHINCHETRU, Antonio José. “Confidenciales, un nombre poco acertado”. Chichetru.com, 17 de mayo de 2003.
Link: http://chinchetru.blogspot.com/2003_05_11_chinchetru_archive.html#94499556

Páginas de interés:

http://www.elconfidencialdigital.com/Home.aspx

http://www.infoamerica.org/confidenciales/confidenciales_2.htm

jueves, 11 de noviembre de 2010

“No creo que me quede sin periódico en sólo 10 años”

El periodista de Punto Radio Alberto García Chasco considera que el interés decreciente de los jóvenes por los diarios es más importante que la irrupción de Internet

Periodista por vocación, como tantos que eligen esta profesión, Alberto García Chasco no cree que las cosas hayan cambiado mucho en los últimos tiempos. Ejerce como periodista desde hace once años, y tras comenzar en prensa escrita, se decantó por la radio. Actualmente trabaja en Punto Radio.

“Siento tener que dar este  mensaje, pero si la profesión estaba mal hace once años, ahora, con la crisis, ha ido a peor”, es la sentencia de este donostiarra de 33 años. “Y me temo que la situación aún empeorará”, añade.

Pese a sus comienzos en El Diario Vasco, donde trabajó durante siete años, en la sección de deportes, y más adelante en Sociedad, acabó compaginando este trabajo con la radio, por la que se decantó. “Es muy típico del periodista decir a todo que sí, y tener ocho trabajos en otros tantos medios”. Las jornadas laborales más llevaderas de la radio, unido al menor estrés le hicieron decidirse: “En la radio podía tener una vida propia”, sentencia.

Cree que las causas del declive de la prensa tradicional son muchas, y muy difícil cuantificar sus consecuencias. No ve Internet como su peor enemigo, ya que considera que los diarios sabrán hacer frente a tal amenaza. “Y la tradición de comprar el periódico está aún muy extendida”, comenta García Chasco.

Pone el ejemplo de Guipúzcoa, donde El Diario Vasco, el periódico más vendido de la provincia, goza de excelentes resultados. Según la OJD, es el medio más seguido de Guipúzcoa, por delante de cualquier cadena de televisión. “De todos modos, no se puede extrapolar el caso guipuzcoano al resto”, matiza.

Mayor importancia le concede al bajo índice de lectura entre los jóvenes menores de 30 años. “La supervivencia de los diarios impresos radica en que los hijos imiten el hábito de comprar el diario de sus padres. Pero hoy en día, entre el piso, el coche, y demás, el periódico no tiene sitio”.

-¿Crees que, como señalan algunos expertos, a la prensa tradicional le pueden quedar unos 10 o 15 años?

(Risas). No creo que tan pocos. A pesar de tantos problemas, no me planteo quedarme sin mi periódico de los domingos en tan poco tiempo.


El vídeo del resumen de la entrevista:




El enlace al mismo vídeo:



Una foto del periodista de Punto Radio Alberto García Chasco.


Finalmente, para aquellos interesados en el tema (y que sepan inglés), aquí les dejo el link de un par de vídeos sobre el tema, de la mano de dos grandes especialistas. La pena, como digo, es que son en inglés.



martes, 26 de octubre de 2010

Wikileaks: ¿Es lícito desnudar a los gobiernos?

Nadie esta a salvo. Hasta Obama tiene serias razones para temblar en su despacho oval. Por si fuera poco con la crisis de marras...


Wikileaks amenaza con no dejar títere con cabeza. La noticia que me ha dado pie a esta entrada puede leerse en El País, para los interesados.


En esta Era de la Comunicación, como podría bautizarse, donde en gran medida gracias a Internet, sin olvidar a los medios tradicionales, todo puede ser susceptible de salir a la luz pública, quedan algunos flecos por estudiar.


Ciertas páginas webs, blogs, foros, redes sociales,... todas ellas contribuyen a una especie de socialización de lo cotidiano. Las cosas que antes se quedaban de puertas para adentro, ahora se pueden conocer gracias a la Red de Redes. El último escarceo de Belén Esteban, pero también de gente anónima, sin olvidar los abusos de los grandes, como el lado oscuro de los ricos empresarios, las palizas indiscriminadas de la policía recogidas por la cámara de un móvil,...


No obstante, lo difícil de verdad es descubrir hasta qué punto nuestros gobiernos, los garantes de nuestra seguridad, libertad, etcétera, están involucrados en asuntos...de moral laxa, por usar un eufemismo.


Wikileaks es, quizá no el primero, pero si el más famoso de los intentos por atender esa demanda: conocer los oscuros tejemanejes de nuestros gobernantes. Si esta actitud se amplía, ya me imagino a más de un gobierno tambaleándose. Y no me refiero a las famosas fiestas de Berlusconi, sino a asuntos que de verdad indignen a la opinión pública hasta límites extremos.


Hasta qué punto conocer esos secretos, es decir, hasta la última orden, hasta el último movimiento de las instituciones...hasta qué punto puede ser beneficioso, y hasta qué grado ser perjudicial...supongo que escapa a mi comprensión.


Un saludo.